Cómo elegir un generador
Conseguir electricidad para iluminación o para el uso de herramientas eléctricas en lugares donde no hay acceso a la red o donde son frecuentes los cortes eléctricos es posible con los generadores. Con los modelos invérter también podrás dotar de energía a cualquier equipo electrónico, como ordenadores, tabletas, televisores, o a los electrodomésticos habituales de una casa.
- ¿Qué usos tiene?
- ¿Cómo funcionan?
- ¿Qué tipos hay?
- ¿Cuáles son sus partes?
- La potencia, aspectos fundamentales
- ¿Dónde situar un generador?
- El almacenaje del combustible
- La puesta en marcha de la máquina
- Su mantenimiento posterior
¿Qué usos tiene?
Siempre que necesites electricidad sin recurrir a la red, vas a necesitar un generador. Tener uno en casa, especialmente en las zonas rurales, es una buena inversión. Estos son algunos de sus usos:
● Manejar herramientas eléctricas en fincas rústicas y zonas alejadas de las poblaciones.
● Instalar un sistema de iluminación en casas de campo o casetas de obra.
● Permitir iluminar o usar herramientas en viviendas en obras sin acometida eléctrica.
● Sustituir el suministro eléctrico de tu casa en caso de apagones o averías en la red.
● Proporcionar la energía necesaria en un camping.
¿Cómo funcionan?
Su funcionamiento se basa en la obtención de energía eléctrica a partir de otra energía:
● A partir de energía mecánica: con los generadores de motor de gasolina, gasóleo o gas.
●A partir de la energía solar fotovoltaica: con los generadores solares.
¿Qué tipos hay?
Independientemente de cómo sea su motor –diésel o gasolina– los generadores pueden ser convencionales o invérter.
● Generadores convencionales: sirven para usarlos con maquinaria de trabajo electroportátil, como taladradoras, hormigoneras, bombas de riego, etc. Si además vas a utilizarlo para la alimentación de un número de bombillas determinado, elige un generador convencional, adecuado a la potencia que necesites. Siempre es recomendable que tenga una buena regulación automática de tensión (AVT).
● Generadores invérter: son los adecuados si quieres conectar equipos electrónicos, como ordenadores, vídeo, aire acondicionado, televisor… ya que ofrecen una garantía de energía estabilizada similar, al menos, a la de la corriente eléctrica convencional. La tecnología invérter evita desviaciones de tensión superiores al 1 %. Así no se provocarán daños en los aparatos con los cambios bruscos de tensión. Estos generadores son de menor tamaño, pesan menos, producen menor ruido y consumen menos combustible, ya que el propio generador regula su potencia según las necesidades a la que le someta cada aparato.
● Generadores fotovoltaicos: Los generadores fotovoltaicos producen electricidad gratuita gracias a su fuente inagotable de energía: el sol. Son completamente autónomos, ecológicos y no producen ruidos. Su precio es más elevado pero hay que tener en cuenta que no van a requerir posteriorescompras de hidrocarburos, ni van a necesitar mantenimiento.
¿Cuáles son sus partes?
El motor: monofásico o trifásico, de 2 o 4 tiempos
Proporciona la fuerza y la energía para que el alternador gire y haga su función. Hay generadores con motor diésel o de gasolina, y de 2 o 4 tiempos. Los generadores o grupos más potentes suelen tener 1.500 revoluciones por minuto (r.p.m.) y los de uso esporádico o moderado de 3.000 a 3.600 r.p.m.
● Motores de 2 tiempos: son los de menor potencia y los más ruidosos. Funcionan con gasolina y mezcla de aceite.
● Motores de 4 tiempos: también conocidos por sus siglas en inglés OHV, funcionan con gasolina o gasóleo y tienen mayor potencia. Los hay de 3.000 r.p.m. y de 1.500 r.p.m.
● Monofásicos: su potencia es pequeña; te sirven para la iluminación y usos comunes, ya que proporcionan una corriente monofásica similar a la de la red eléctrica de 220 V. Son más grandes y ruidosos que los trifásicos y necesitan un elemento externo de arranque ya que no pueden arrancar solos.
● Trifásicos: son más pequeños que los anteriores en relación a las potencias que pueden generar, mayores que los monofásicos. No requieren mecanismos adicionales para arrancar y se pueden usar con maquinaria más potentes. Son menos ruidosos y vibran menos que los monofásicos.
Diésel, gasolina o gas
Elegir uno u otro está en función de las necesidades de potencia y el uso; también del presupuesto del que se dispone.
● Gasolina: apropiados si se van a utilizar pocas horas y de manera intermitente.
● Diésel: si se van a utilizar muchas horas, la opción es el diésel, especialmente si también se emplean muchos días seguidos. Los diésel tienen un motor de menor desgaste, un menor consumo, son más duraderos y su mantenimiento es menor, aunque generan más ruido y más humos. El almacenamiento de combustible diésel no supone problemas.
● Gas: pueden funcionar con gas canalizado, para ubicaciones estáticas, o con bombona de gas, lo que permite su movilidad. Su gran ventaja es que no hacen ruido y son muy seguros.
Alternador: aquí se produce la electricidad
Es la parte de la máquina encargada de transformar la energía mecánica en energía eléctrica de corriente alterna. Es capaz de alimentar, según su potencia, los mismos equipos y herramientas que con la energía de la red eléctrica.
¿Qué es la frecuencia?
Verás que en los grupos electrógenos el fabricante indica una frecuencia de funcionamiento en hercios (Hz). En España la frecuencia que deben tener los impulsos eléctricos generados por el alternador es de 50 Hz, por lo que solo debes adquirir generadores que funcionen con esa frecuencia.
Depósito: con mayor o menor autonomía
Tienes modelos con depósito para el combustible de plástico o de metal. También de mayor o menor tamaño, con más o menos autonomía de uso, por lo tanto.
Chasis o bastidor: que amortigüe el ruido
Es la estructura que soporta el motor y todo el equipo. El apoyo en el suelo debe tener soportes protegidos con goma, para amortiguar el movimiento y producir menos ruido.
El sistema de refrigeración
Para evitar sobrecalentamientos del motor cuando lleva varias horas funcionando, este debe refrigerarse. La refrigeración puede ser:
● Por aire: un gran ventilador lleva aire frío hasta el motor.
● Por agua o aceite: un sistema de radiadores con fluidos que se enfrían por medio de un ventilador más pequeño.
La potencia, aspectos fundamentales
Para calcular la potencia que necesitas tienes que tener en cuenta la suma de las potencias de todos los aparatos que pretendes usar al mismo tiempo. Pero debes diferenciar entre:
● Potencias basadas en resistencias: como la de bombillas, tostadora, plancha, calentadores, etc., que es la que aparece indicada en cada elemento.
● Potencias inductivas: como la que necesitan los aparatos con motores de giro, como lavadoras, bombas, neveras, maquinaria electroportátil, etc. En este caso, el cálculo debe ser diferente, ya que estas máquinas al arrancar necesitan mayor potencia que durante su funcionamiento. Hay herramientas que necesitan en su momento de arranque hasta 4 veces la potencia nominal de uso.
¿Cómo se hacen los cálculos?
● Haz una lista de todos los elementos que vas a utilizar y suma su potencia real de uso. Mira la placa de consumo de cada elemento o aparato. Cuenta también con la potencia necesaria para el arranque, lo que se suele denominar “pico de arranque”.
● Si tienes maquinaria que expresa su potencia en caballos de vapor (CV), debes tener en cuenta que 1 CV equivale a 736 vatios (W)..
● Añade un 20 % más de la potencia que te ha resultado, así prevés futuros usos que ahora no contemplas. De esta manera, te garantizas un periodo de uso más largo y no se fuerza al máximo el generador.
● Calcula las horas que va a estar funcionando. Si es de forma esporádica y nunca más de 8 horas seguidas, te valdrá con uno de 3.000 r.p.m. (revoluciones por minuto). Si va a estar en funcionamiento muchas horas y de continuo te interesa uno de 1.500 r.p.m.
¿Dónde situar un generador?
Ten en cuenta que, al ser maquinaria con motor, tiene que estar en un lugar con ventilación natural, sin humedades y de fácil acceso.
El almacenaje del combustible
Te aconsejamos que tanto el gasóleo como la gasolina los almacenes en bidones homologados y nunca de más de 30 litros.
La puesta en marcha de la máquina
1. Rellena de aceite hasta el nivel adecuado recomendado por el fabricante. Debes poner el tipo de aceite indicado en las instrucciones.
2. Abre la llave del combustible y rellena con la cantidad necesaria. No te confundas de combustible, diésel o gasolina; si la gasolina lleva mezcla de aceite (en motores de 2 tiempos), haz la proporción adecuada.
3. Si el generador es de arranque eléctrico, comprueba que tiene la batería conectada.
4. Si es de arranque manual, tira varias veces de la cuerda, con energía pero con un movimiento corto, hasta que el motor arranque.
5. Si el motor está muy frío o lleva mucho tiempo sin usar, abre el starter y después ve cerrándolo a medida que va logrando la temperatura adecuada.
Su mantenimiento posterior
Los generadores necesitan unas rutinas de mantenimiento que alargarán su vida útil y garantizarán su rendimiento.
● En su primer uso, déjalo funcionar sin conectarlo a elementos eléctricos o maquinara durante bastante tiempo. Después, ya puedes usarlo a su máxima potencia.
● Cambia el aceite cuando recomiende el fabricante y siempre con el aceite adecuado. Normalmente hay que hacer un primer cambio tras las primeras 40 o 60 horas de uso; después ya se puede hacer el cambio tras periodos más largos de tiempo, entre 100 y 150 horas. Si lo usas muy poco, debes cambiar el aceite cada 4 o 6 meses, aunque no hayas llegado al número de horas de funcionamiento.
● Comprueba el estado del filtro de aire. Límpialo cada cierto tiempo.
● Cambia los filtros de gasolina y gasóleo cuando lo recomiende el fabricante.